jueves, 14 de abril de 2011

Lobos


Un viejo indio hablaba con su nieto y le decía:
“Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión.”
El nieto preguntó:
“Abuelo, dime cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón.”
El abuelo respondió:
“Aquél que yo alimente.”

viernes, 8 de abril de 2011

Echarse un polvo.....literalmente, claro.

Ya que leés esto, es evidente que conocés la expresión.

Te aclaro el origen de la frase "echar un polvo". Data de los felices años 20, unos años mágicos. España no se había metido en la 1ª guerra mundial y tuvo una postguerra muy feliz.

Los españoles conocieron el hedonismo, la buena vida y por consecuencia se incrementó el vicio del tabaco inhalado (el célebre rapé). Todos los hombres que se preciaban de elegantes llevaban en su bolsillo un bonito recipiente, en forma de caja, donde había polvo de tabaco (rapé), que se intercambiaba como signo de cortesía ¿quieres echar un polvo?. Pero como era de mala educación inhalar ante señoras, los hombres cuando sentían el sindrome de abstinencia salían del salón, con la excusa de echar un polvo.

Pero muchas veces la ausencia del salón, no era exactamente para inhalar rapé sino para tener un encuentro con alguna damisela en las habitaciones altas que tenían todas las casas de "buena familia" y se ausentaba diciendo: voy a echar un polvo y se perdía por las habitaciones, donde se encontraba con su amante para un encuentro sexual.....
(El rapé es un preparado de tabaco molido y habitualmente aromatizado dispuesto para ser consumido por vía nasal. La palabra viene del francés rappé, rallado.Como la mayor parte de las formas de consumo de tabaco, la inhalación de rapé proviene de América. Las primeras descripciones de dicha práctica constan del segundo viaje antillano de Colón (1493-1496) y fueron recogidas por el religioso fray Ramón Pané. Una vez importado, el producto comenzó a ser consumido en Europa entre los grupos más pudientes, pues el tabaco se trataba entonces de un bien de lujo. Fue durante el siglo XVIII cuando el rapé se convirtió en una moda extendida entre los círculos aristocráticos europeos. La tabaquera de rapé, primorosa y artísticamente decorada, objeto de museo por excelencia, ha quedado ligada, como complemento habitual, a la imagen del aristócrata dieciochesco).